Función de los bujes y las tuercas en los rodillos de pintura.

11 de Abril de 2022 - Publicado por ItalSF

Los rodillos de pintura son de las herramientas más importantes en distintos sectores como es la arquitectura, el diseño, entre otros. En este sentido, estos han introducido grandes beneficios respecto de otros elementos como es el caso de las brochas. En este sentido, los rodillos cuentan con distintos componentes y partes que hacen que funcionen de la manera adecuada. A continuación, hablaremos en particular del rol de los bujes y las tuercas en los rodillos de pintura.

¿Cuáles son las partes de un rodillo?

Para funcionar de la manera adecuada, un rodillo debe contar con las siguientes partes:

• La varilla: la varilla es una barra de alambre trefilado y zincado que se encarga de conectar el mango y la cubierta. 
• La cubierta: es el material que entra en contacto con la pintura, siendo la que absorbe y distribuye la pintura sobre las superficies a tratar. 
• El sistema de rotación: se trata de la forma en que las personas sujetan la varilla para hacer que rote dentro del tubo de la cubierta.
• El mango: finalmente, el mango es el agarre de los rodillos que puede ser anatómico. 
  
   

¿Para qué sirven las tuercas y los bujes?

Las tuercas y los bujes son muy importantes para el buen funcionamiento de un rodillo de pintura. La tuerca es la que se encarga, en particular, de sujetar y fijar uniones de elementos desmontables. Además, se puede incorporar a la unión una arandela para poder mejorar la fijación y el apriete de la unión para que el agarre en su totalidad sea mejor. A su vez, la tuerca es la que se encarga de convertir un movimiento giratorio en un sostén lineal.

Por su parte, los bujes son las partes que se utilizan para poder fijar rodamientos de agujero en eje sin encosto. Existen distintos tipos de bujes de acuerdo a las necesidades de cada caso en particular y son piezas muy importantes para el buen funcionamiento de un rodillo de pintura.

Los tipos de rodillos 

En la actualidad, existen diferentes tipos de rodillos, de acuerdo a las necesidades de cada trabajo de pintura en particular. Uno de los más comunes es el rodillo de espuma, que se puede conseguir en varios tamaños y que generan un acabado uniforme. Para estos casos, es importante que la superficie a pintar sea plana.

En segunda instancia, encontramos los rodillos de felpa. Son rodillos perfectos para las superficies rugosas. Son adecuados para pintura en base de agua especialmente. Además, están los rodillos texturizados que son específicos para trabajos de decoración y que poseen fibras entrecruzadas o diseños que funcionan a modo de sello. Sirven especialmente para pintar formas y para imitar determinadas texturas. 
Además de estos casos, podemos encontrar rodillos especiales. Entre estos, están los de mangos muy pequeños o los de mangos muy largos que se utilizan especialmente para los lugares altos o inaccesibles.